
Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo.
(1 PEDRO 4.12–13)
Nadie consigue deslizarse por la vida sin problemas. Como en la clase de matemáticas, cada vez que resuelves un problema hay otro esperándote. No todos son grandes, pero sí son relevantes en el proceso de crecimiento que Dios tiene para ti.
Dios usa los problemas para atraerte más cerca de él. He aquí unos cuantos ejemplos: Dios podría haber mantenido a José fuera de la cárcel (Génesis 39.20–22), no dejar que Daniel fuera arrojado al foso de los leones (Daniel 6.16–23), impedir que echaran a Jeremías en un foso viscoso (Jeremías 38.6), no permitir que Pablo naufragara tres veces (2 Corintios 11.25), e impedir que tres jóvenes hebreos fueran lanzados en el horno ardiente (Daniel 3.1–26), pero no lo hizo. Él permitió que estos problemas sucedieran, y cada una de estas personas se acercaron más a Dios por ello.
Los problemas nos obligan a acudir a Dios y depender de él y no de nosotros mismos. Jamás sabrás que Dios es todo lo que necesitas hasta que Dios sea lo único que tienes. Cuando sufres dolor o afrontas un problema, permanece centrado en el plan de Dios. Es así como Jesús soportó el dolor de morir en la cruz. Podemos seguir su ejemplo.
Oración
Señor, cuando tengo problemas pequeños o grandes, quiero acudir a ti en busca de ayuda y de dirección. En ocasiones quiero resolverlos yo mismo, pero sé que tú los tienes bajo tu control. Confío en ti.
One Problem after Another
Friends, when life gets really difficult, don’t jump to the conclusion that God isn’t on the job. Instead, be glad that you are in the very thick of what Christ experienced. This is a spiritual refining process, with glory just around the corner.
(1 PETER 4:12−13, MSG)
No one gets to skate through life problem-free. Like math class, every time you solve one problem, another is waiting. Not all of them are big, but all are significant in God’s growth process for you.
God uses problems to draw you closer to him. Here are a few examples: God could have kept Joseph out of jail (Genesis 39:20−22), kept Daniel out of the lions’ den (Daniel 6:16−23), kept Jeremiah from being tossed into a slimy pit (Jeremiah 38:6), kept Paul from being shipwrecked three times (2 Corinthians 11:25), and kept the three young Hebrew men from being thrown into the blazing furnace (Daniel 3:1−26) —but he didn’t. He let those problems happen, and every one of those people got closer to God because of it.
Problems force us to look to God and depend on him instead of ourselves. You will never know God is all you need until God is all you’ve got. When you’re in pain or facing a problem, stay focused on God’s plan. That is how Jesus endured the pain of dying on the cross. We can follow his example.
Prayer
When I have little or big problems, Lord, I want to turn to you for help and guidance. I sometimes want to fix them myself, but I know you’ve got them handled. I trust you.