
Cuando Jesús se dio cuenta de lo que ellos pensaban, llamó a un niño, lo puso junto a él, y les dijo: «Si alguno acepta a un niño como éste, me acepta a mí. Y si alguno me acepta a mí, acepta a Dios, que fue quien me envió. El más humilde de todos ustedes es la persona más importante».
(LUCAS 9.47–48, TLA)
Jesús utilizó todos tipo de lecciones para enseñar a sus seguidores Se sirvió de unos peces. También del pan. Hasta usó olivos e higos. En unas cuantas oportunidades, Jesús usó a niños para enseñar a los adultos. Declaró que todos tenían que ser como un niño para poder formar parte de la forma de vida de Dios. ¿Significaba esto que no quería que las personas crecieran? En absoluto. Los niños también son importantes para Dios. Independientemente de su edad, las niñas y los niños pueden tener una relación con Dios.
Es probable que a tu edad no tengas que preocuparte por el trabajo, por ganar dinero, comprar comida o cuidar de una familia, porque confías en los adultos que hay en tu vida para que provean para ti. Jesús no quería que los adultos olvidaran que habían aprendido como niños. Quería que recordaran centrarse primero en Dios. Mantener la vida lo bastante sencilla como para no olvidar los caminos divinos. Dejar que fuera Dios quien estuviera a cargo en vez de preocupare por cómo ocuparse de su vida. De modo que indica: «Echen un vistazo a sus hijos. Ellos confían en ustedes. Yo quiero que ustedes sientan esa misma confianza en mí».
¿Has pensado alguna vez que pudieras ser un ejemplo para tus padres u otros adultos? Podrías ayudarlos a recordar que deben confiar en Dios.
Oración
Señor, gracias por mis padres o tutores que me aman y proveen para mí. Te ruego que tú proveas para ellos y les muestres tu amor. Ayúdanos a todos a confiar en ti independientemente del nivel de crecimiento alcanzado.
Day 218 • Be an Example
Jesus, knowing their thoughts, took a little child and had him stand beside him. Then he said to them, “Whoever welcomes this little child in my name welcomes me; and whoever welcomes me welcomes the one who sent me. For it is the one who is least among you all who is the greatest.”
(LUKE 9:47–48)
Jesus used all kinds of lessons to teach his followers. He used fish. He used bread. He even used olives and figs. A few times Jesus used children to teach the adults. He said that everyone needed to be like a child to be part of God’s way of life. Did that mean he didn’t want people to grow up? Not at all. But children are important to God too. Girls and boys, no matter their age, can have a relationship with God.
At your age, you probably don’t have to worry about work, making money, buying food, or caring for a family, because you trust the adults in your life to provide for you. Jesus didn’t want the adults to forget what they had learned as children. He wanted them to remember to focus on God first. To keep life simple enough that they don’t forget God’s ways. To let God be in charge instead of worrying about how they would take care of life. So he says, “Hey, take a look at your children. They trust you. I want you to trust me like that.”
Did you ever think you’d be an example for your parents or other adults? You might just help them remember to trust God.
Prayer
Lord, thank you for my parents or guardians who love me and provide for me. Please provide for them and show love to them Help us all to trust you no matter how grown up we get.