Pero el SEÑOR le dijo: Considera seriamente todo lo que el pueblo te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.
(1 SAMUEL 8.7)
Israel era claramente distinta a las demás naciones. Ninguno de sus vecinos tenía normas especiales sobre lo que podían comer, vestir o dónde podían vivir. Además de todo esto, ¡no tenía rey! A diferencia de otros países, era un Dios invisible quien guiaba a Israel y no un hombre con una corona.
Sin embargo, Israel se cansó de ser diferente de todos los demás. Quisieron un rey con palacio, grandes músculos y carros veloces. ¡Y lo querían ahora! De modo que Dios le dio un rey a Israel… con una gran advertencia. En ocasiones, incluso cuando pedimos algo que es malo para nosotros, Dios permite que lo tengamos, porque nos enseña que el camino divino siempre es lo mejor.
¿Y qué me dices de ti? Como los israelitas, a veces forzamos a Dios para que todo encaje. Dejamos que nuestros amigos, nuestros programas favoritos de televisión y las canciones nos guíen en lugar de seguir el consejo que Dios nos proporciona en la Biblia y por medio de la oración.
Fue una lección que Israel aprendió por las malas. Su larga lista de reyes llevó a menudo a la nación a la guerra, al pecado, a la muerte y a la pobreza. Querer tener amigos es bueno. No obstante, esconder nuestras diferencias —como creer en Dios y nuestra identidad como cristianos— tan solo para ser como los demás no lo es.
Oración
Señor, tú me hiciste para que necesitara tener amigos. Sin embargo, en ocasiones yo les doy mayor importancia que a ti en mi vida. Lamento rechazarte así. Ayúdame a mantenerte siempre como «Rey» en mi vida.
Day 197 • Getting What We Ask For
And the LORD told him: “Listen to all that the people are saying to you; it is not you they have rejected, but they have rejected me as their king.
(1 SAMUEL 8:7)
Israel was definitely different than other countries. None of their neighbors had special rules about what they could eat or wear or where they could live. On top of that, Israel had no king! Unlike other nations, Israel was guided by an invisible God, not by a man with a crown.
But Israel grew tired of being different from everybody else. They wanted a king with a palace, big muscles, and fast chariots. And they wanted him now! So God gave Israel a king—with a big warning. Sometimes, even when we ask for something that is bad for us, God allows us to have it because it will teach us that God’s way is always best.
How about you? Like the Israelites, we sometimes ditch God to fit in. We let friends, favorite TV shows, and songs guide us instead of following God’s advice in the Bible and through prayer.
It was a lesson Israel learned the hard way. Its long line of kings often led the nation into war, sin, death, and poverty. Wanting to have friends is good. But hiding our differences—like believing in God and who we are as Christians—just to be like everyone else is not.
Prayer:
Lord, you made me to need friends. But sometimes I make them more important than you in my life. I’m sorry for rejecting you like that. Help me to always keep you as “king” over my life.
